Tema: memoria, qué es la memoria, tipos de memoria
Autor: Lidia Rondoni
Qué es la memoria
La memoria es la capacidad de retener y evocar objetos o vivencias del pasado como pasadas. Esta referencia temporal al pasado es esencial en la memoria y es ella la que permite distinguirla de la imaginación. El acto de la memoria se llama recuerdo.
Características de la memoria
- A fin de que la memoria pueda ejercer sus funciones, se requiere, con carácter previo, de la percepción. Así pues, sin percepción no hay memoria ni, como se verá posteriormente, pensamiento. Tener recuerdos implica necesariamente tener percepciones previas que puedan ser almacenadas y posteriormente evocadas.
- Al igual que la percepción, la memoria tiene un carácter selectivo. De acuerdo a la economía necesaria de nuestro psiquismo, dado que gran parte de los datos percibidos no tienen una función importante ni son relevantes para nuestra adaptación, no son retenidas por nuestra memoria.
- La memoria es un proceso constructivo. Los recuerdos no son copias exactas de informaciones o experiencias vividas, sino que están afectados por la interpretación que hacemos de los acontecimientos pasados a partir de esquemas personales, intereses, conocimientos previos. En cierto sentido, se puede decir que los recuerdos contienen más información que los hechos vividos (lo que añadimos en su interpretación) y también menos información (por la selección que rechaza elementos poco relevantes o que no son fruto de nuestro interés).
- De la memoria podemos decir que no es una entidad unitaria y homogénea, sino que consta de varios sistemas.
Fases y procesos de la memoria
La proceso de la memoria está formado por tres momentos o fases funcionales:
- Codificación: Consiste en la transformación de estímulos físicos en una representación mental que llamamos “imagen mental”.
- Almacenamiento: Es la retención de información en la memoria para su posterior utilización. Habitualmente presupone repetición y organización estructurada de acuerdo a esquemas y mapas mentales.
- Recuperación: Es la capacidad de acceder a los recuerdos almacenados en la memoria.
Funciones de la memoria
La memoria posee tres funciones básicas:
- Recoger y codificar las percepciones y vivencias del individuo.
- Guardar y almacenar esta información de forma organizada de tal forma que pueda tener significado.
- Recuperar la información en caso de que necesitemos recordar algo.
Ahora bien, al margen de estas funciones básicas, podríamos hablar también de otras funciones de gran relevancia:
- Desde el punto de vista psíquico tiene la importancia de dar unidad y coherencia a la vida psíquica, o sea a la identidad personal o al yo. Puede decirse que el yo es, fundamentalmente, memoria. Sin memoria el individuo no sabría quién es y, por tanto, puede decirse que su vida difícilmente podría llegar a tener un sentido.
- Además, la memoria está estrechamente relacionada con el aprendizaje porque la conducta actual de un ser frente a ciertas situaciones depende de sus experiencias anteriores y de su capacidad de recordarlas. Podría decirse, pues, que, a diferencia de los otros animales, el ser humano evoca el pasado que no volverá y prevé el porvenir que puede ser, lo que nos permite tener una capacidad adaptativa al entorno muy elevada.
Tipos de memoria
Como se ha dicho antes, la memoria no es una entidad unitaria y homogénea, sino que consta de varios sistemas. Actualmente, según la teoría multialmacén de la memoria de Atkinson y Shiffrin, se diferencia entre tres sistemas o tipos de memoria: la sensorial, la primaria o a corto plazo y la secundaria o a largo plazo.
Memoria sensorial (MS)
Es la memoria encargada de registrar las sensaciones. En ese sentido, esta memoria nos permite reconocer las características físicas de los estímulos. Sus características más importantes son:
Mantiene la información de las sensaciones, retrasando su extinción durante un período de tiempo muy breve, entre 1 o 2 segundos, lo necesario para ser procesada.
La capacidad de la memoria sensorial es grande y en ella podemos distinguir distintos subsistemas, dependiendo de los distintos sentidos.
Los principales subsistemas son:
La memoria icónica
Del griego «icono» (imagen), es la memoria que registra la información en forma de imágenes y figuras, de forma casi fotográfica. La memoria icónica perdura también muy poco tiempo, entre 1 o 2 segundos.
La memoria ecoica
Este tipo de memoria registra sonidos y palabras y también perdura poco tiempo, entre 1 o 2 segundos.
De acuerdo a la procedencia de la información almacenada, existen diferentes tipos de memoria sensorial: visual, auditiva, olfativa, gustativa y táctil.
Memoria primaria, a corto plazo u operativa (MCT)
Es el recuerdo inmediato de los estímulos visuales y auditivos que han sido fugadamente a la memoria sensorial (MS). La función de esta memoria primaria es organizar, analizar la información e interpretar nuestras experiencias. Los psicólogos cognitivistas la comparan con la memoria RAM de un ordenador. Sus características más importantes son las siguientes.
- Tiene una corta duración (15 o 20 segundos), suficiente para retener datos necesarios para resolver problemas del presente inmediato.
- Si esta memoria no transfiere a la memoria a largo plazo su información en ese lapso de tiempo, pierde la información.
- Tiene una capacidad limitada y si no se produce un repaso se pierde. Los cognitivistas la comparan con la memoria volátil o RAM del ordenador.
- Toda la información que no se repasa de forma consciente en la MCT se olvida. Si se repite o repasa, pasa a la MLT.
Memoria secundaria, a largo plazo o permanente (MLT)
Esta memoria almacena percepciones, sentimientos y hechos del pasado de forma duradera. Tiene mucha capacidad, pero en estado latente, es decir, no es accesible de inmediato, sino que requiere un proceso de recuerdo voluntario.
Este tipo de memoria es especialmente importante porque contiene nuestra información sobre la realidad (el mundo, la sociedad y la cultura, nuestra vida, etc.). Los psicólogos cognitivistas la comparan con la memoria del disco duro de un ordenador.
Sus características más importantes son:
- Es permanente, es decir, tiene una larga duración, a diferencia de la MCT. Si tenemos en cuenta diferentes factores, podemos conseguir recuerdos permanentes y casi imborrables.
- En comparación con la limitación de la Memoria primaria o a corto plazo, la memoria secundaria o a largo plazo tiene una capacidad de almacenamiento muy grande, quizás ilimitada. Difícilmente un individuo completará jamás, totalmente, su cerebro con información a largo plazo.
- La información de esta memoria es semántica cuando los contenidos son verbales pero visual con los contenidos icónicos.
Diferentes estructuras de la Memoria a largo plazo (MLT)
La complejidad del hecho memorístico es tal que en la Psicología contemporánea se ha realizado un esfuerzo de clasificar de forma especializada el subsistema de la Memoria a largo plazo (MLT). Como fruto de estas investigaciones, hoy en día podemos diferenciar entre diferentes estructuras de la memoria secundaria de acuerdo a criterios distintos.
Según L. Squire, existen dos grandes sistemas de memoria a largo plazo: la declarativa y la procedimental:
Memoria declarativa (o saber qué)
Memoria sobre contenidos de hechos y acontecimientos, y en tanto que es expresable lingüísticamente, se llama declarativa.
Memoria procedimental (o saber cómo)
A diferencia de lo anterior, no es una memoria de hechos, sino de procedimientos, de cómo hacer las cosas, de habilidades como nadar. Una vez consolidada, suele ser inconsciente y no verbalizable.
Según Tulving existen dos grandes sistemas de memoria a largo plazo: la episódica y la semántica:
Memoria episódica
Es la memoria autobiográfica o personal, responsable del recuerdo de nuestras vidas. Nos permite recordar fechas, hechos o episodios vividos en un tiempo y lugar determinado (el día que cumplimos 15 años, por ejemplo). Va muy ligada a lo que estuvo en la memoria sensorial.
Memoria semántica
Esta memoria guarda información abstracta relativa al lenguaje, reglas, fórmulas, símbolos y conceptos. Suele ser muy duradera.
De acuerdo a la forma en que se guardan los recuerdos y cómo se evocan, podemos hablar de memoria explícita o implícita
Memoria explícita
Es una memoria intencional, constituida por los recuerdos que podemos relatar verbalmente y supone un conocimiento consciente. La memoria declarativa y la memoria episódica y semántica son memorias explícitas.
Memoria implícita
Es una memoria incidental, que permite aprender cosas (como nadar, por ejemplo) si ser plenamente conscientes y sin necesidad de hacer grandes esfuerzos. La memoria procedimental acostumbra a ser una memoria implícita.
Factores que influyen en la memoria permanente
- Sucesiva repetición de los contenidos.
- Frecuencia de uso de la información memorizada.
- Organización jerarquizada y clasificación conceptual de los contenidos.
- Experiencia emocional intensa (recuerdos vívidos).
- Esquematización y/o resumen de los contenidos.
- Asociación de los contenidos a imágenes visuales.
- Vinculación de los contenidos con el interés, placer del sujeto o buen humor.
- Vinculación de los contenidos a la atención perceptiva.
- Lo que se aprende con esfuerzo reiterativo suele ser más recordado que lo aprendido sin esfuerzo.
- Asociación a reglas mnemotécnicas.
Factores que afectan negativamente a la memoria
- La falta de concentración, atención y motivación nos impide recordar adecuadamente. En gran medida, cuando algunas personas piensan que tienen mala memoria, no se debe tanto a que tengan una afección memorística, en cuanto a que tienen problemas de concentración y atención.
- El estrés, la ansiedad y la depresión condicionan negativamente los procesos de la memoria.
- Con la edad y el paso de los años se produce un cierto declinar, aunque no siempre ni en todos los sentidos, de nuestra capacidad memorística. En cualquier caso, es el principal factor de riesgo para desarrollar una enfermedad de la memoria.
El olvido
Tal y como dice Jorge Luis Borges en su cuento Funes, el memorioso, si recordáramos toda nuestra vida sería imposible vivir. No podríamos hablar del pasado porque, como lo recordaríamos todo, nos hundiríamos en él. No podríamos hacer abstracción intelectual, porque no podríamos deshacernos de cada pequeño detalle intrascendente. No podríamos vivir en paz porque no podríamos dejar de lado ciertas emociones negativas vividas. Nuestra vida se haría difícilmente vivible.
Si sin la memoria no podríamos aprender ni sabríamos siquiera quiénes somos, sin el olvido, tampoco podríamos vivir. En este sentido, podemos decir que el olvido, esto es, la desaparición en la memoria de ciertos contenidos, es un elemento adaptativo a nuestro medio. Cabe decir que el olvido, no siempre consciente ni deseado, nos permite seleccionar información y no quedar saturados por exceso de datos.
Al margen del normal deterioro de la memoria por la edad y del desuso por el tiempo transcurrido entre la fijación de contenidos y su evocación, existen ciertas causas que nos pueden llevar al olvido de los contenidos almacenados en nuestra memoria. Algunas de ellas son:
La represión (u el olvido motivado), cuyo origen es la intención del sujeto de rechazar recuerdos desagradables, perturbadores, dolorosos o angustiosos por el sujeto. Fue el psicoanalista Sigmund Freud quien profundizó más en las motivaciones y el significado inconsciente de muchos de nuestros olvidos cotidianos (como olvidar un objeto, una palabra, qué íbamos a hacer ahora, etc.).
La interferencia, es decir, la incapacidad de recordar un acontecimiento determinado como consecuencia de la experiencia de otro hecho que entra en competencia con aquel. En este sentido, se habla de dos tipos de interferencias:
- Interferencias proactivas: aquellas en las que lo que ya se sabe impide memorizar de forma adecuada otros contenidos nuevos.
- Interferencias retroactivas: aquellas en las que son los nuevos aprendizajes los que nos impiden recordar convenientemente contenidos antiguos.
Cómo mejorar la memoria
Nuestra retentiva memorística puede mejorarse. Con esfuerzo y aplicando algunos principios y reglas mnemotécnicas, es decir, recursos y técnicas mentales que nos permiten reforzar la memoria y recuperar más fácilmente lo memorizado. Se trata de estrategias desarrolladas para el recuerdo. Habitualmente consisten en asociar de forma estratégica la información que se quiere retener con algo conocido.
Problemas de memoria
Al margen del olvido natural de las informaciones, por desuso o por el paso del tiempo, existen ciertas distorsiones y ciertas alteraciones de la memoria que, por sus características, pueden llegar a ser trastornos traumáticos.
Distorsiones de la memoria
Algunas de las distorsiones más habituales y poco traumáticas de la memoria son las siguientes:
- El bloqueo o fenómeno “Punta de la lengua” TOT (top of the tongue), donde un elemento de la información no se puede recuperar de memoria, aunque esta tenga una sensación intensa de que lo sabe.
- La atribución errónea es una distorsión de la memoria que consiste en asignar un recuerdo a una fuente equivocada, como tomar con el paso del tiempo una realidad soñada como si fuese vivida.
- La deformación de los recuerdos o “propensión”, para adaptarlos a nuestros esquemas mentales de creencias o necesidades.
Trastornos de la memoria
Los principales trastornos de la memoria son:
Amnesia
Pérdida total o parcial de la memoria. En los jóvenes suele estar causada por traumatismos craneales. En personas mayores puede ser consecuencia de una demencia, de la enfermedad de Alzheimer, o de la enfermedad de Huntington. Se distinguen diferentes tipos de amnesias:
- Amnesia retrógrada: se caracteriza por la incapacidad de recordar hechos del pasado anterior a una lesión cerebral o un trauma psicológico.
- Amnesia anterógrada: imposibilidad de asimilar nueva información después de una lesión o una patología cerebral.
- Amnesia lacunar: si afecta solo a uno o más períodos cortos de tiempo, pero no afecta a lo ocurrido antes o después de una lesión o una patología cerebral.
- Amnesia funcional: si no es permanente, sino ligada a ciertos estados concretos del presente (ansiedad, estrés, etc.), como quedarse en blanco frente a un examen o el miedo escénico.
- Demencia senil: la pérdida de memoria es uno de los primeros síntomas de la demencia (trastorno degenerativo del cerebro.
- Hipermnesia: facilidad exagerada para recordar todo lo vivido.
- Paramnesia: trastornos cualitativos de la memoria.
Otros fenómenos relacionados con la memoria
Son muy frecuentes en la mayoría de nosotros, de forma ocasional:
- Deja vú: sensación de recordar algo nunca visto. Sus causas todavía nos son desconocidas. En este sentido, hay muchas interpretaciones de este fenómeno: desde la interpretación psicoanalítica según la cual se trata de episodios inventados por el paciente y, por tanto, serían un falso recuerdo, pasando por la interpretación de ciertas tradiciones orientales, según las que se trataría de recuerdos latentes de otras vidas pasadas, hasta interpretaciones neuropsicológicas, según las cuales se trataría de un simple disfunción cerebral, de simples cruces neuronales.
- Jamais vu: sensación de no haber visto nunca algo conocido por nosotros.