Tema: qué es la percepción
Autor: Lidia Rondoni
Sobre la percepción se han propuesto infinidad de definiciones y conceptualizaciones, pues los múltiples estudios empíricos y aproximaciones teóricas que se han realizado a lo largo de la historia han desembocado en diferentes teorías de qué es la percepción.
De este modo, la definición de percepción ha ido evolucionando e incluyendo cada vez una mayor cantidad de procesos, pues se trata de un fenómeno complejo en la que está implicado tanto los estímulos externos y su experiencia como los procesos internos del invividuo que transforman esa experiencia en percepción.
Definiciones de la percepción
Existen muchas teorías de la percepción formas de entender cómo se da este fenómeno. Cada una profundiza en unos elementos diferentes que regulan o describen el proceso por el que interpretamos la información captada sensoralmente.
Qué es la percepción según Gibson
El planteamiento ecologista de Gibson defiende la teoría de que la percepción es un proceso simple. En el estímulo está la información, sin necesidad de procesamientos mentales internos posteriores.
Dicho planteamiento parte del supuesto de que en las leyes naturales subyacentes en cada organismo están las claves intelectuales de la percepción como mecanismo de supervivencia. Por tanto, el organismo solo percibe aquello que puede aprender y le es necesario para sobrevivir.
Qué es la percepción según Neisser
Según la psicología clásica de Neisser, la percepción es un proceso activo-constructivo en el que el perceptor, antes de procesar la nueva información y con los datos archivados en su conciencia, construye un esquema informativo anticipatorio que le permite contrastar el estímulo y aceptarlo o rechazarlo según se adecue o no a lo propuesto por el esquema. Esta concepción se apoya en la existencia del aprendizaje.
Qué es la percepción según la psicología moderna
Para la psicología moderna, la interacción con el entorno no sería posible en ausencia de un flujo informativo constante al que se denomina percepción. Así pues, la percepción puede definirse como el conjunto de procesos y actividades relacionados con la estimulación que alcanza a los sentidos, mediante los cuales obtenemos información respecto a nuestro hábitat, las acciones que efectuamos en él y nuestros propios estados internos.
Esta definición presenta dos partes bien diferenciadas:
- El tipo de información obtenida.
- La forma en que esta se consigue.
La definición moderna de percepción parte de la existencia del aprendizaje y considera la percepción como un proceso de tres fases. Así pues, la percepción es la imagen mental que se forma con ayuda de la experiencia y necesidades. Es resultado de un proceso de selección, interpretación y corrección de sensaciones.
Características de la percepción
La percepción de un individuo tiene diversas características, pero podemos destacar principalmente tres de ellas:
- Es subjetiva, ya que las reacciones a un mismo estimulo varían de un individuo a otro. Por ejemplo, ante un estímulo visual, se derivan distintas respuestas. Una misma figura circular con un trozo faltante puede representar para unos individuos un queso, para otros un comecocos, una tarta, una pizza o un gráfico de sectores, dependiendo de sus necesidades en ese momento o de sus experiencias.
- Es selectiva, ya que es consecuencia de la naturaleza subjetiva de la persona, las cual no puede percibir todo al mismo tiempo y selecciona su campo perceptual en función de lo que desea percibir.
- Es temporal, ya que es un fenómeno a corto plazo. La forma en que los individuos llevan a cabo el proceso de percepción evoluciona a medida que se enriquecen las experiencias o varían las necesidades y motivaciones de los mismos.
Componentes de la percepción
Como hemos visto, aunque los estímulos sensoriales pueden ser los mismos para todas las personas, cada una de ella percibirá cosas distintas. Este fenómeno nos lleva a concebir la percepción como resultado de dos tipos de inputs:
- Las sensaciones o el estímulo físico que proviene del medio externo en forma de imágenes, sonidos, aromas, etc.
- Los inputs internos que provienen del individuo, como lo son las necesidades, motivaciones y experiencia previa, y que proporcionarán una elaboración psicológica distinta de cada uno de los estímulos externos .
1. Las sensaciones (inputs externos)
Las sensaciones son la respuesta directa e inmediata a una estimulación de los órganos sensoriales. Para que la las sensaciones den lugar a percepciones, se tiene que dar una relación de causalidad entre tres elementos:
- Un estímulo. Sin la existencia de un estímulo no puede haber sensación. Y sin sensación, no puede haber percepción.
- Un órgano sensorial. La sensibilidad del individuo a un estímulo viene determinada por su capacidad receptiva y por la intensidad del estímulo. Los órganos sensoriales son los que permiten captar los estímulos.
- Una relación sensorial. Si no existe una relación sensorial, no se formará la percepción. En la asociación de una sensación a una percepción influyen diversos aspectos como el contexto, la experiencia o la situación psicológica concreta del individuo.
De esto se desprende que sentir no es lo mismo que percibir. En este artículo exploramos a fondo cuáles son las diferencias entre sensación y percepción.
Las sensaciones no solo se reciben a través de los cinco sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto), que funcionan de forma automática y natural, sino que también dependen de la cantidad de estímulo y de su naturaleza diferencial. Al hablar de la naturaleza diferencial, nos referimos por ejemplo al hecho de no distinguir un objeto negro en una habitación oscura.
Por otra parte, la capacidad sensitiva viene definida por los umbrales de percepción, es decir, ¿a partir de qué intensidad de estímulos comenzamos a percibir algo? En tal sentido pueden distinguirse dos umbrales, uno absoluto y otro relativo.
Umbral absoluto
Es el nivel mínimo o máximo a partir del cual un individuo puede experimentar una sensación. Es la barrera que separa los estímulos que son detectados de los que no.
- Umbral absoluto mínimo. Es el punto en que es individuo percibe una diferencia entre algo y nada.
- Umbral absoluto máximo. Cuando la sensación experimentada por el individuo es tan fuerte que no es percibida de forma completa.
Umbral relativo o diferencial
Este umbral es la diferencia mínima que se puede detectar entre dos estímulos. Según la Ley de Weber, el aumento en la intensidad de los estímulos necesario para provocar una sensación es proporcional a la intensidad inicial. Es decir, cuanto más fuerte sea el estímulo inicial, mayor será la intensidad adicional requerida para que el segundo estímulo se perciba como diferente..
1.3.2. Los inputs internos
No todos los factores de influencia en la percepción proceden del mundo exterior en el que se desenvuelve el individuo. Junto a estos existen otros de origen interno, entre los que se pueden destacar los siguientes:
- Necesidad: Es el reconocimiento de la carencia de algo. La necesidad existe sin que haya un bien destinado a satisfacerla. Una persona que siente hambre en un momento determinado detectará con mayor facilidad los estímulos referentes a la comida.
- Motivación. Está muy vinculada a las necesidades, sin embargo, no actúan siempre conjuntamente, pues una misma motivación puede satisfacer a diversas necesidades. La motivación es la búsqueda de la satisfacción de la necesidad.
- Experiencia: El individuo aprende de las experiencias, y esto afecta al comportamiento. El efecto acumulativo de las experiencias cambia las formas de percepción y respuesta ante los estímulos. En otras palabras, las personas se comportan de ciertas formas frente a un estímulo porque aprenden.
El proceso de la percepción
Todos los individuos reciben estímulos mediante las sensaciones, es decir, flujos de información a través de cada uno de sus cinco sentidos; pero no todo lo que se siente es percibido, sino que hay un proceso perceptivo mediante el cual el individuo selecciona, organiza e interpreta los estímulos, con el fin de adaptarlos mejor a sus niveles de comprensión.
La percepción es un proceso que se realiza esencialmente en tres fases: selección, organización e interpretación.
- Selección. El individuo percibe parte de los estímulos que recibe de acuerdo con sus características personales, es decir, que interviene, aunque sea de forma inconsciente seleccionando los mensajes que le llegan. Generalmente los individuos perciben de forma distorsionada los mensajes, captando sólo los aspectos agradables o los que responden a sus necesidades e intereses.
- Organización. Los estímulos seleccionados se organizan y clasifican en la mente del individuo configurando un mensaje. La escuela de la Gestalt estableció unos principios de organización de los estímulos según el agrupamiento, contraste, ambigüedad, etc..
- Interpretación. Esta fase proporciona significación a los estímulos organizados. La interpretación depende de los factores internos de la persona, de su experiencia e interacción con el entorno.
Factores condicionantes de la percepción
Además de los componentes básicos para que se dé la percepción (sensaciones y elementos internos), existen una serie de factores y variables que pueden incluir en cómo se da dicha percepción. Estos factores pueden ser de varios tipos: específicos/neurofisiológicos, culturales, sociales, personales, subjetivos/internos y objetivos/externos.
En conclusión…
Podemos concluir que la percepción es la interpretación mental que se forma en nuestro cerebro con la ayuda de nuestra experiencia y necesidades, como resultado de un proceso de selección, organización e interpretación de sensaciones.
La percepción de los individuos es subjetiva, selectiva y temporal, y se compone de dos tipos de inputs:
- Las sensaciones, que son la respuesta de los órganos sensoriales a los estímulos externos.
- Los inputs internos, que caracterizan a cada persona y que cargan de distinto significado a los estímulos; estos tienen que ver con las necesidad, motivaciones y experiencias.