John Peter Zenger | Biografía y trascendencia en el periodismo

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Tema: John Peter Zenger

Autor: Javi Gracia

John Peter Zenger, nacido el 26 de octubre de 1697, fue un impresor, editor y periodista alemán-americano que desarrolló su trabajo en la ciudad de Nueva York. Zenger imprimió el periódico The New York Weekly Journal y es recordado por protagonizar un caso legal en la jurisprudencia estadounidense que marcó un hito en la historia conocido como el juicio Zenger, en el que fue absuelto de un delito de difamación. Es tal la repercusión que tuvo el caso, que ha asociado para siempre su nombre a la causa de la libertad de expresión y de prensa en Estados Unidos.

John Peter Zenger: vida y trascendencia en la historia del periodismo

Biografía de John Peter Zenger

Infancia y llegada a América

Johann Peter Zenger nació en 1697 en una región de Alemania llamada Palatinado, en las proximidades del Rin. Hijo de Nicolás Eberhard Zenger y su esposa Johanna, tuvo que hacer frente a una vida convulsa desde una edad temprana. Durante esa época, el territorio al oeste del río Rin fue una fuente habitual de emigrantes con destino a los Estados Unidos debido a que el país se había empobrecido a causa de la sucesión de guerras y la gestión aciaga de los gobernantes locales.

En vista de la situación, la familia emigró a Nueva York en 1710 como parte de un gran grupo de palatines alemán. Por desgracia, la mala fortuna se cebó con los viajeros de la embarcación y una cuarta parte murió durante un viaje desastroso que se alargó dos meses. Las amargas experiencias lo fueron tanto o más para los que sobrevivieron.

El padre de Zenger fue uno de los que perecieron, dejando a la madre de Zenger al cuidado de sus tres hijos pequeños. La familia de Zenger, al igual que las otras familias alemanas de la nave, emprendía aquel viaje en busca de trabajo. A cambio de siete años de servicio, se les prometió la concesión de tierras para su uso privado. Aquellas vivencias hicieron de John Zenger un niño combativo y creció siempre dispuesto a luchar por las causas que él creía justas.

Años como aprendiz, emancipación y asentamiento

En 1711, John Peter fue acogido durante ocho años como aprendiz del impresor William Bradford, uno de los pioneros de la impresión americana, Y fue allí donde aprendió su oficio, en la Gaceta de Nueva York. Este periodo de formación le abasteció de grandes conocimientos técnicos y teóricos sobre la profesión y le convirtió en una persona preparada para afrontar el reto que se propusiera.

Cuando completó su aprendizaje, Zenger se trasladó a Chestertown (Maryland) con el objetivo de labrarse su propia carrera y emprender nuevos proyectos. También para empezar a construir una vida personal. Sin embargo, a pesar de que fue designado para imprimir las leyes de la legislatura, al parecer no prosperó allí y en 1722 regresó a Nueva York de forma permanente.

En ese periodo, le había dado tiempo a casarse dos veces: la primera, con Mary White en 1719, en Filadelfia, la cual desgraciadamente murió poco después de dar a luz a su hijo; la segunda, con Anna Catharina Maul en 1722, con la que tuvo cinco hijos. Mientras tanto, Zenger solo estaba tratando de ganarse la vida como impresor. No tenía idea de que iba a formar parte de la historia americana.

Durante un corto periodo de tiempo, se asoció con Bradford en 1725, y después de esta breve colaboración, con energías renovadas y decidido a probar suerte, se embarcó de nuevo en la aventura en solitario de abrir su propio negocio. Así fue como en 1726 montó un taller en el que instaló una impresora comercial, en la calle Smith Street de Manhattan. Fue el segundo taller de impresión que existió en la ciudad de Nueva York. 

Como suceso destacable en esta etapa, en 1730 se imprimió el primer libro de texto de aritmética publicado en las colonias, algo insólito hasta aquel entonces. Aunque el taller no tenía todo el éxito que esperaba, le reportaba las rentas suficientes para poder subsistir y seguir imprimiendo. No fue hasta mediados de la década de 1730 cuando empezó a tener mayor difusión y alcance. 

Disputas políticas y fundación del New York Weekly Journal

La trayectoria y trascendencia de Zenger no serían las mismas sin la creación de un periódico propio, el New York Weekly Journal, y todo lo que ello conllevó. Pero antes de llegar a ese acontecimiento, debemos situar la acción en un contexto político y social determinado. 

Tras un breve período de paz interna en la colonia de Nueva York, en 1732 se produjo la llegada del nuevo gobernador, William Cosby, que deseaba utilizar el cargo para ampliar sus propias fortunas. La prepotencia y la codicia de Cosby entró rápidamente en conflicto con la autoestima de otros neoyorquinos. Además, las desigualdades sociales, así como las asperezas y dificultades en todos los ámbitos de la vida, no hacían de Nueva York un lugar propicio para que Cosby mandara con total autoridad y serenidad.

Todo ganó en tiranteces y hostilidad cuando, en medio de un caso financiero, Cosby retiró de su cargo a Lewis Morris, presidente del Tribunal Supremo, por estar en desacuerdo con él en el juicio. En su lugar colocó a James DeLancey, de la comitiva real.

El ya exjefe del aparato judicial Morris decidió en consecuencia fundar su propio partido político, el Partido Popular, para oponerse a las políticas arbitrarias y abusivas de Cosby. Así pues, Morris consiguió de inmediato un gran apoyo político por parte de hombres poderosos cuyas metas económicas estaban siendo frustradas por el gobernador. 

Sin embargo, el grupo de Morris necesitaba encontrar una forma de difundir las ideas de su partido entre la población y ganar apoyo popular en la ciudad de Nueva York. Con el gobierno de Cosby en posesión del control absoluto del único periódico, la Gaceta, la irrupción de un nuevo periódico a finales de 1733 cayó como agua de mayo en la facción de los populares. Más aún sabiendo que John Zenger era su dueño fundador y que sentía especial simpatía por las ideas promovidas por Morris y sus benefactores.

La redacción del periódico adoptó entonces la posición de Morris como la suya propia y se imprimieron textos de gran calado entre la comunidad neoyorquina que criticaban el régimen y las políticas del gobernador Cosby. Además, se hacían demandas de cambio y se publicaban informaciones que deterioraban considerablemente la imagen de Cosby y su partido. 

Cuando la primera edición de la New York Weekly Journal salió de la imprenta de Zenger el 5 de noviembre 1733, apenas parecía algo digno de mención. El documento no tenía una buena calidad de impresión y las dificultades de Zenger con el idioma eran patentes.

No obstante, poco después un letrado llamado James Alexander se incorporó a la redacción y la mayor parte de la escritura de los artículos paso a correr a su cargo. El papel pronto atrajo a un público popular con su aguda crítica al gobierno. Además de los artículos sobre las políticas de Cosby, se imprimían poemas burlescos que hablaban del gobernador. La libertad de expresión se vio potenciada con buena parte de culpa del estilo mordaz de Aleixandre. 

En el lado opuesto, William Cosby controlaba la publicación impresa por el antiguo mentor de Zenger, William Bradford. Por consiguiente, el periódico no se distinguía precisamente por un riguroso periodismo de investigación, sino que se dedicaba a ensalzar la figura de Cosby y hacer propaganda de su gobierno. Era un instrumento de la política para manipular la opinión pública. Respaldaba sus políticas y se comportaba como un medio sumiso y leal. 

En cambio, aunque el New York Weekly Journal también servía a los intereses de un partido político, lo hacía desde un punto de vista crítico, más fidedigno y con el objetivo de derrocar al poder destapando las actividades ilegítimas que llevaba a cabo. Viéndose superado por las circunstancias, el 17 de noviembre de 1734, Cosby ordenó al sheriff que arrestara a Zenger. 

Caso Zenger

Recordemos que todo el conflicto venía a raíz de la destitución de Morris como juez del Tribunal Supremo, lo cual convertía la contienda en algo más que una disputa política. Con el apoyo de los miembros del partido popular, Zenger continuó publicando en el Weekly Journal de Nueva York artículos críticos con el gobernador. Cosby emitió una proclama que condenaba el periódico por publicar «informaciones escandalosas, virulentas, falsas y reflexiones sediciosas».

Es aquí donde empieza la travesía de John Zenger, aunque parezca paradójico, hacia la gloria y el reconocimento periodístico. Después de que un gran jurado se negara a acusarlo, el fiscal general Richard Bradley lo acusó de difamación en agosto de 1735.

James Alexander fue el primer abogado de Zenger, pero el tribunal lo expulsó del proceso por desacato, así que después de más de ocho meses en prisión, Zenger fue a juicio, defendido esta vez por el abogado de Filadelfia Andrew Hamilton y el abogado de Nueva York William Smith. El caso estaba ahora bajo la atenta mirada de la sociedad, se había adueñado del interés público.

Repetidamente impugnado por el magistrado DeLancey en el juicio, Hamilton decidió abogar por el caso de su cliente directamente para el jurado. Después de que los abogados de ambas partes acabaran con sus alegatos, el jurado se retiró y regresó diez minutos más tarde con un veredicto de no culpabilidad. A pesar de la opinión contraria del juez, el jurado había aceptado la tesis de Hamilton y declaraba a Zenger inocente.

Para entender mejor el significado de este caso histórico, es importante examinar una edición del New York Weekly Journal antes de la detención de Zenger, concrtamente la del 25 de febrero de 1733, donde se podía leer una feroz crítica contra el gobierno en un artículo firmado bajo el seudónimo de «Cato».

Este artículo, además, contenía una vista previa del mismo argumento que los abogados Hamilton y William Smith presentaron 18 meses más tarde en el caso de difamación que sostenía que la verdad constituye una defensa absoluta contra la difamación.

Bajo el seudónimo de «Cato», Zenger escribió lo siguiente:

«But this doctrine (‘a lible (sic) is not less a libel for being true’) only holds true as to private and personal failings;

The exposing therefore of public wickedness, as it is a duty which every man owes to the truth and his country, can never be a libel in the nature of things?

It has been hitherto generally understood, that there was no other Libels but those against Magistrates and those against private men. Now to me there seems to be a third set of libels, full as destructive as any of the former can probably be, I mean libels against the people.

Almost all over the earth, the people for one injury they do their governor, receive ten thousand from them. Nay, in some countries it is made death and damnation, not to bear all the oppression and cruelties, which men made wanton by power inflict upon those that gave it them”. 

Los autores de los ensayos fueron anónimos, pero se sabe ahora que Morris y James Alexander fueron los que escribieron la mayor parte del contenido del periódico.

A pesar de que Zenger acordó con los populares publicar estos artículos de denuncia porque necesitaba el trabajo más que por una voluntad real de posicionarse políticamente, era plenamente consciente de las consecuencias de criticar a Cosby en la publicación y, sin embargo, se negó a ceder a la presión política, pues estaba a favor de la libertad de expresión.

Importancia del caso

Hoy en día, se entiende por difamación al delito en el que se recae cuando las palabras escritas transmitidas son falsas y la intención es causar daño. En ese momento, el cargo de difamación se le imputaba a cualquiera que publicara un contenido que sacara a la luz informaciones negativas o desfavorables acerca del gobierno, fueran verdaderas o falsas.

El caso de Zenger contribuyó de forma capital a cambiar la legislación en este aspecto, de tal forma que la verdad constituye prueba suficiente para demostrar la inocencia por un delito de injuria o difamación.  

No obstante, a corto plazo, el caso tuvo poco efecto en la libertad de prensa. No fue hasta el siglo XIX (y finales del XVIII) cuando se empezó a limitar por vías legales el poder de los gobiernos sobre las imprentas y la censura de contenidos.

De alguna manera, el caso Zenger fue un episodio aislado en la lucha política interna de una colonia y en la reivindicación de los derechos a la información, a la expresión libre y a la garantía de la prensa como medio independiente del poder.

En cierto modo, también hizo presagiar una futura evolución de las libertades de los estadounidenses hacia un modelo en el que las administraciones y los gobiernos no intervinieran en los medios de comunicación (al menos de forma directa y legal).

Alexander utiliza el caso para dar voz a algunos de los pensamientos más avanzados sobre la libertad que un hombre culto de su tiempo podía encontrar. Y la decisión del jurado, haciendo caso omiso de las exigencias de la ley, marcó un hito en el reconocimiento de un derecho fundamental. 

En la defensa de Zenger en este caso histórico, Hamilton Smith trató de demostrar, mediante precedentes, que, en relación a las declaraciones, incluso si son difamatorias o calumniosas, no se puede ser probada su falsedad, con lo cual se reivindicaba y afianzaba la libertad de prensa en Estados Unidos.

Sin embargo, aunque lograron convencer al jurado, fracasaron en el intento de establecer un precedente legal concreto. Todavía en 1804, el periodista Harry Croswell fue procesado en una serie de juicios en los que se defendía de las denuncias de difamación por el caso People v. Croswell. Los tribunales rechazaron repetidamente el argumento de que la verdad era una defensa contra la difamación y fue sentenciado. 

No fue hasta el año 1820 que la asamblea, en respuesta a este veredicto, aprobó una ley que permitía que la verdad fuera considerada válida como defensa contra una acusación de difamación.

En cualquier caso, es evidente que el caso Zenger fue un punto de innegable trascendencia para la posterior modificación y reforma de las leyes referentes a la libertad de prensa. Buena muestra de ello fue el hecho de que más de cuarenta años después de su muerte, el nombre de Zenger fue mencionado con frecuencia en el debate que culminó con la Declaración Americana de Derechos en 1789.

Muerte

John Peter Zenger murió en Nueva York el 28 de julio de 1746, y se cree que permanece enterrado en Trinity Churchyard en el Bajo Manhattan. Su viuda continuó con el negocio familiar hasta que el hijo mayor de Zenger, John, reemplazó a su madre como jefe de la imprenta en diciembre de 1748. La publicación se mantuvo durante tres años más. 

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