Tema: La Nave Madrid
Autor: Javi Gracia
Qué es La Nave
La Nave es el centro de innovación del Ayuntamiento de Madrid. En él, emprendedores y startups pueden acceder a programas formativos, de incubación, de aceleración y de escalado. El objetivo de este hub de empresas es ayudar a las startups a desarrollar sus proyectos con mayor facilidad, de forma más eficiente y con mejores recursos.
Servicios de La Nave
La Nave cuenta con un conjunto de servicios que se engloban en tres grandes bloques: formación, consultoría y comunicación. En el apartado de formación (La Nave Forma) se incluyen aquellos programas cuyo propósito es formar a emprendedores o equipos para sacar adelante sus ideas.
Por lo que respecta a la consultoría (La Nave Acelera), los servicios consisten fundamentalmente en la aceleración de startups dotándolas con recursos y conocimientos que les permitan alcanzar sus objetivos de crecimiento y lanzar sus productos al mercado.
En cuanto a la comunicación (La Nave Conecta), el centro actúa como organizador de actividades y eventos con el objetivo de darle difusión a los proyectos y fomentar la relación y asociación entre startups y otros actores involucrados en el ecosistema innovador y tecnológico.
Para conocer un poco más de cerca la actividad y los servicios de La Nave, entrevistamos a su directora, Azucena Elbaile.
-¿Qué es exactamente La Nave? ¿Una aceleradora de startups? ¿Una incubadora? ¿Un hub global de empresas?
Cuando nos piden que nos definamos decimos que somos todo y no somos nada. Tenemos programas de aceleración para todas las etapas de madurez de una startup. Desde la divulgación para el emprendimiento desde etapas muy precoces, con dos programas para proyectos en fase seed. Tenemos un programa de incubación en el que entran startups que tienen un prototipo. Un programa de aceleración en el que entran con un producto mínimo viable comercializable.
El programa sprint es para trabajar un problema concreto de una empresa en un corto espacio de tiempo. En este caso, la empresa no presenta el proyecto, sino un problema o una oportunidad que tiene. Evaluamos ese reto que nos presenta la empresa y trabajamos en él. Por último, está el programa de escalado, pensado para empresas maduras que quieren ampliar sus horizontes.
En total, en las fases que se entienden como aceleración, aceleramos 60 empresas cada año con un porcentaje de supervivencia del 85% desde que empezamos la actividad en 2017. Luego tenemos un programa que tiene como objetivo atraer talento, llamado Softlanding Europa, que ya va por su tercera edición y está atrayendo startups muy interesantes sobre todo de Latinoamérica. Las empresas que se suman a este programa tienen que tener tracción en sus países y estar presentes en al menos un país fuera del suyo. Nosotros les ayudamos en el aterrizaje en España y su aceleración.
-¿Qué tipo de actividades realizáis en el centro?
Tenemos tres grandes áreas o líneas de actuación. La Nave Acelera está formada por aquellos programas con los que ayudamos a las startups en su proceso de aceleración. La Nave Forma contiene diversos programas formativos, desde media hora de duración hasta programas de 6 meses. Más de 80.000 personas han pasado por los programas formativos desde 2017. Y por último, La Nave Conecta, que es por lo que nos conocen normalmente. En esta área entra toda la línea de grandes eventos, como el South Summit, que es lo que más visibilidad tiene. Hacemos una media de seis grandes eventos al mes. Sin embargo, los eventos solo representan un 15% de toda la actividad de la Nave. Lo que más hacemos son formaciones y actividades.
–¿Se os considera un hub de innovación?
Se puede decir que sí, porque tenemos los recursos y proporcionamos todos los servicios para que las startups se desarrollen. Pero no tenemos pruebas de concepto de grandes corporaciones, por lo que actualmente no terminamos de ser un hub como tal.
-¿Qué diferencia hay entre el programa de escalado, el programa de aceleración y el programa de incubación? ¿A quién se enfoca cada uno?
Está relacionado con el nivel de madurez de la empresa. Al programa de incubación vienen con un prototipo. Son los proyectos que están más verdes. Trabajamos durante seis meses con ellos. Aunque en realidad las que entran a formar parte de La Nave ya lo son para siempre.
Aunque el programa acabe, les hacemos seguimiento y tienen acceso a todos los beneficios de La Nave. Se pueden seguir formando en otros ámbitos aquí dentro aunque ya hayan acabado la formación del programa. Aunque se les acabe la estancia de dos años, siguen disfrutando todos los beneficios en cuanto a servicios, seguimiento, comunicación de los proyectos, acuerdos con empresas o incluso huecos que les facilitamos en stands fuera de La Nave. Se siguen beneficiando independientemente de que el programa haya terminado.
En el programa de la aceleración entran con un producto mínimo viable comerciable. Están seis meses también realizando formaciones grupales, mentorías individuales, etc.
Además, tanto los proyectos incubados como los acelerados pueden disponer de nuestros espacios y acceder a entornos de búsqueda de inversión. Tenemos un ecosistema bastante tejido de inversores para las diferentes áreas, verticales o sectores a los que se orienta cada proyecto y en función también de los distintos niveles de madurez. También distinguimos entre proyectos orientados a hardware y proyectos que tienen que ver con software. El programa de escalado es para empresas más maduras que quieren lanzar nuevos productos, expandirse a nuevos mercados y crear nuevas líneas de negocio.
-¿Qué son EmprendExprés y Escuela de Innovación? ¿En qué se diferencian estos dos programas?
EmprendExprés es un programa 100% online. Fue el único centro que no cesó su actividad durante la pandemia, ya que inmediatamente digitalizamos toda la actividad. Para ello lanzamos un programa, EmprendExprés, para el cual recibimos casi 3300 candidaturas de 16 países distintos a finales de marzo de 2020.. El programa ha tenido tan buena acogida que repetimos dos veces al año, en verano y en Navidad, que es cuando la gente para, desconecta de su trabajo y dice “voy a emprender”.
Al mismo tiempo, EmprendExprés es una de las cosas que motivó la creación de Softlanding Europa. Vimos que había gente de muchos países solicitando el acceso, por lo que debía haber una importante demanda extranjera y, estudiando las estadísticas, vimos que había mucha gente de Latinoamérica interesada en la Nave. Antes no podían acceder porque era presencial, pero con Softlanding pueden realizar el programa de forma online durante 6 meses para poder instalarse en España progresivamente. Tenemos proyectos de Chile, Colombia, Perú, Túnez o Países Bajos, por mencionar algunos.
Por su parte, la Escuela de innovación es presencial. Son programas de divulgación y asociativos en los que juntamos a personas que tienen una idea con personas que quieren sumarse a un proyecto. Hacemos equipos, trabajamos esa unión inicial y posteriormente trabajos durante varios meses acompañándolos para que puedan pasar a incubación, luego a aceleración y posteriormente a escalado.
-¿Cuáles son los requisitos para acceder a La Nave?
Básicamente miramos el nivel de madurez. Está abierto a toda la ciudadanía de cualquier parte del mundo. Los contenidos se imparten en España, pero las mentorías se pueden dar en francés, en inglés… Nos adaptamos a la procedencia de la startup. Los requisitos consisten en cumplir con unas bases legales que se centran principalmente en el nivel de madurez. Una vez aplicas, hacemos un privado, una fase de entrevistas y las empresas van avanzando en el proceso.
Se presentan una media de 140 empresas al año al programa de aceleración, de las cuales seleccionamos a 30. En el programa de incubación aceptamos a 10 por año, al igual que en los programas de escalado, softlanding y sprint (10 por programa). En cambio, EmprendExprés no tiene límite de plazas. La aceptación en la Escuela de innovación depende, ya que puedes aplicar teniendo una empresa o queriendo incorporarte a un equipo, por lo que varía cada año en función del tipo de solicitudes.
-¿Quién financia los servicios de La Nave?
El Ayuntamiento en un 100%. Se trata de un centro público de gestión privada.
-¿Qué tipo de relación existe entre las startups y La Nave? ¿Hay algún tipo de obligación o metas que deben cumplir al entrar en un programa?
No nos quedamos parte de la empresa. No tienen que pagar nada, ni por el espacio ni por los programas ni por las mentorías. En las mentorías marcamos hasta dónde quieren llegar. Las que se suelen ir de aquí es porque han excedido las plazas de asientos para la empresa. Algunas crecen tanto que se ven obligadas a salir en busca de un espacio más grande. No hemos tenido que exigirles compromisos porque hasta ahora están dando los resultados marcados en el tiempo previsto.
Desde 2017, las empresas de La Nave han levantado más de 60 millones de euros y han creado más de 350 puestos de trabajo. Con esto nos referimos a nuevos puestos, sin incluir a los fundadores ni a los empleados que ya tenían previamente.
-¿Puedes decirme algunas startups que trabajan con vosotros y cómo las habéis ayudado?
Sepiia, Ayúdame 3D (brazos protésicos), Greidglasses (óptica), Maxibionic (exoesqueletos pediátricos), Oxmotorcycler, Inicius (detección tempraana de problemas en partos).
-¿En qué se basa el potencial de Madrid como motor de la innovación a nivel europeo?
Fundamentalmente en el talento. Estamos remando cada uno desde nuestro ámbito de actuación para intentar ofrecer proyectos de calidad o iniciativas interesantes. En nuestro caso, ofrecemos programas que son atractivos y cumplen los requisitos que busca una startup. Un ecosistema para conectarles y que puedan vender.
Y luego está todo el ecosistema de financiación e inversión que se está desarrollando de forma puntera en la ciudad. Además, Madrid es abierta, se hacen muchos eventos y la gente viene aquí porque es donde se encuentra el grueso de las corporaciones. Las startups vienen a Madrid porque es donde están sus clientes.
-¿Cuáles consideras que son las claves para que las startups españolas sigan creciendo y haciéndose fuertes en el mercado?
Fundamentalmente, que exista un músculo inversor potente. Hasta ahora, las inversiones en España no tenían un gran impacto. De repente salía un unicornio, pero solo uno cada muchos años. Y no es porque no haya talento. Somos un país pequeño respecto a otros unicorns systems, pero Madrid ya se ha posicionado en el top 10 de unicorn systems a nivel europeo, un ranking en el hasta el año pasado no entrábamos.